A 30 meses seguimos exigiendo #JusticiaParaSol
Hace treinta meses se nos quebró el alma.
Seguimos lamentando tu ausencia física, nos falta tu
alegría,
tu vida entusiasmada.
Son treinta meses desde que algo se rompió hacia adentro,
ahí donde nadie puede mirar y todo sucede,
todo pasa, los recuerdos de tu vida, el verte crecer cada
día,
el vuelo de cualquier tarde, las cosas que pasan en la
vida común
pero que se aman, la memoria de tu existencia sigue
intacta pese al dolor que comprime el corazón, que le rompe los huesos al alma.
María del Sol: tu memoria sigue intacta.
En Oaxaca inició
este lunes 1 de diciembre un nuevo proceso electoral. Hoy martes se cumplen 30
meses del feminicidio de María del Sol Cruz Jarquín, ocurrido en un contexto
electoral el 2 de junio de 2018 y la justicia no llega.
Al paso del
tiempo, al avance de cada día, los victimarios aumentan. La falta de una
investigación real y efectiva no permite conocer quiénes le arrebataron la vida
a ella y a la candidata a concejala Pamela Itzamaray Terán Pineda y Adelfo
Jiménez Guerra, chofer de la candidata; sigue sin actuación el castigo por la
vía penal a quienes violaron la ley electoral al enviar a María del Sol a
realizar un trabajo que no le correspondía, por ser ella una trabajadora de la
entonces Secretaría de Asuntos Indígenas, para apoyar la campaña política de un
candidato a la presidencia municipal de Juchitán de Zaragoza, y menos aún se ha
dado con el responsable del robo de su equipo de trabajo.
A esa cadena de
victimarios se suman quiénes han sido omisos y negligentes: el funcionariado de
Oaxaca encargado –dicen- de impartir justicia en la Fiscalía General de
Justicia de Oaxaca, a cargo de Rubén Vasconcelos Méndez; la vice Fiscalía
Regional del Istmo, cuyo titular es José Mathus Cruz, y la Fiscalía
Especializada en Delitos Electorales de Oaxaca, a cargo de Esther Araceli
Pinelo López, que siguen sin dar resultados 30 meses después de los muy
lamentables hechos.
A María del Sol
Cruz Jarquín le arrebataron la vida, su feminicidio no ha sido ni siquiera
reconocido por la Fiscalía de Oaxaca que omite la normatividad internacional y
nacional y, por si algo faltara, una resolución dada por el Tribunal Superior
de Justicia del Estado que le hace ver los errores en los que incurrió el
personal de la Fiscalía de Oaxaca desde el principio de sus actuaciones.
Nada, simplemente
nada después de 30 meses. Ese nada que rechazamos, esa violencia
–institucional- no sólo contra las víctimas directas, cuyas vidas truncadas son
producto de una falla del Estado mexicano, una cadena de acciones que se
tejieron por la ambición de poder de unos cuantos y que se sigue construyendo
con el silencio de quienes, obligados en dar luz en el camino de la verdad,
optan por ocultarla. Ese nada institucional que quebranta el alma de quienes
seguimos exigiendo que la justicia llegue, sin lograr que dé por vencida.
Así, en tanto la
institucionalidad calla, nosotras, nosotros, seguiremos exigiendo #JusticiaParaSol,
fortalecidas por el acompañamiento de muchas personas y organizaciones en
Oaxaca, en diversos estados del país y en otras naciones del mundo, donde tal
parece es más fácil reconocer la corrupción y la impunidad que prevalece en
este proceso que cuando se tienen enfrente de la cara.
Gracias a todas
las personas que han intervenido, desde quien enciende una luz por ella, la
artista que le compone la letra de una canción, la artista que la dibuja o la
pinta, la activista que protesta y la menciona, la mujer que construye cruces
con su nombre, la que escribe en la pared ¡Justicia para Sol! o quienes
escriben una nota periodística, la que recibe un premio y exige justicia, la
que borda un pañuelo y lo pone en un tendedero, las amigas y amigos que la
extrañan, las abogadas, a todas esas y muchas otras personas muchas, GRACIAS,
HOY SABEMOS NO ESTAMOS SOLAS.
#JusticiaParaSol
#HastaQueLaJusticiaLlegue
#JusticiaParaTodas
Oaxaca de Juárez, a 2 de diciembre de 2020
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